El piloto contratado había realizado la gran hazaña de que el helicóptero aterrizara en el monasterio. No estaba muy convencido de las personas quienes lo habían contratado, esos bandidos no parecían ser los científicos en busca de rocas milenarias, sin hacer muchas preguntas observó como los hombres azules subían a su helicóptero un enorme paquete envuelto en lona que a primera vista figuraba ser una enorme roca.
Tex intentó interrogar al rey sobre el secreto del dragón de oro, pero a pesar de las drogas que mantenían a su espíritu doblegado, él no dijo palabra alguna sobre el dragón. Tex al ver que el rey no hablaría lo amenazó con lastimar a su amiga Judit. Cuando el rey llegó al recinto donde se encontraba su amiga Judit le confesó su gran amor y le pidió matrimonio, ella muy apenada y triste le mencionó que no la conocía, que ella no era lo que aparentaba, como muestra de amor el rey le confesó el secreto del Dragón; Tex al escuchar esto se burló del rey y le hizo una dolorosa confesión, su amaba Judit, era el especialista, quien los había contratado para llevar a cabo aquel malvado plan de hurtar al dragón.

Tex en un intento desesperado secuestró a Nadia, tomó el helicóptero y quiso huir, pensando que libraría los fuertes vientos, Nadia valientemente saltó más de dos metros para salvarse y cayó en la nieve, sin sufrir heridas de gravedad. El helicóptero no soportó la turbulencia, cayó y explotó.
Todos regresaron al recinto donde se encontraba el rey moribundo, el príncipe compungido por lo que le había pasado a su padre, le hablaba, el rey le dijo que debía ir al monasterio, a la cámara del dragón de oro, para que iniciara un nuevo reinado, ya que su tiempo había terminado, el príncipe estaba muy asustado, pues su padre era quien debía acompañarlo y por su estado no podría hacerlo, además el palacio tenía demasiadas trampas que podían matarlo. Alexander sugirió la idea de tomar el GPS, con el que Tex y Judit habían grabado la entrada al palacio y a la cámara del dragón de oro, Tensing le hizo la sugerencia al rey de que el príncipe debía ser acompañado por Alexander y Nadia quienes eran puros de corazón y podían ayudarlo con su tarea, el rey asintió.
Pema, Kate, el general y los soldados, atraparon a los bandidos mientras descendían la montaña. Cuando llegaron al monasterio Tensing los recibió creyendo que eran malos, hasta que reconoció a Pema. Finalmente se reunió el grupo.