Lo que procedía ahora era bajar a las muchachas por el acantilado hasta a la aldea del valle. Lo que implicaba una caída de 80 metros en vertical. Al escuchar el plan de Tensing las chicas se echaron a llorar menos Pema. El encargado del descenso fue Alexander, ya que llevaba su equipo de alpinismo. Sin embargo requería dos cuerdas para el descenso: bajaría a la mitad del acantilado y desde ahí bajarían de nuevo hacia el fondo.
Mientras Tensing oraba, Alexander evaluaba el descenso y los materiales con los que contaba para hacerlo. Después de unos minutos Alexander comunicó que bajaría una joven a la vez, Pema se ofreció a guiarlas en el camino de regreso a la aldea.
El problema al cual se enfrentaban ahora era que no contaban con 50 metros de cordel, así que Pema propuso utilizar las largas cabelleras de las jóvenes. A pesar del gran sacrificio que les implicaba colaboraron. Lograron bajar y partieron rumbo a la aldea. Gracias a la cuerda de cabello Alexander pudo subir de nuevo, y entonces emprendieron el camino rumbo al templo donde también se dirigían Tex Armadillo y sus bandidos.