CAPÍTULO 13 "EL DRAGÓN DE ORO".


La noche anterior al secuestro, el monarca había bajado al Recinto Sagrado para interpretar la información que el Dragón le transmitía.

Tex Armadillo tenía la misión de vigilar al rey para esperar a que este activara la estatua y penetrar al Recinto Sagrado con seis hombres: dos para cargar el tesoro, dos para secuestrar al rey y dos para su protección.

Cuando Tex Armadillo y algunos de sus hombres entraron al Recinto Sagrado quedaron sorprendidos ante la majestuosidad que emanaba la gran estatua. Durante algunos minutos la codicia se apoderó de ellos, sin embargo Tex logró concentrarse lo suficiente y continuar con el plan.  Contaban con la mejor tecnología, salieron rápidamente del palacio, usaron un jeep para escapar a las montañas, donde se reunirían con el resto de los hombres de la secta.